El Parque Nacional Volcán Masaya es un lugar turístico imperdible en Nicaragua. Ubicado a solo 23 kilómetros de la capital, es el primer y más grande parque nacional del país.
El parque está compuesto por una caldera volcánica de dos volcanes y cinco cráteres. El cráter activo Santiago es el más destacado, con una altitud de 635 metros sobre el nivel del mar y emitiendo continuamente grandes cantidades de dióxido de azufre.
Además, su lago de lava persistente lo hace aún más especial. Antes de la llegada de los colonizadores españoles, este lugar era objeto de veneración por los habitantes de la zona, quienes lo llamaban «La Boca del Infierno». En la actualidad, es visitado por miles de turistas cada año.
El Parque Nacional Volcán Masaya también cuenta con un sistema de cuevas de lava que es el hogar de miles de murciélagos e insectos.
En estas cuevas se encontraron artefactos prehispánicos, y ahora son exhibidos en el Centro de Visitantes, que también contiene paneles informativos sobre la geología del país y los diferentes ecosistemas.
En el parque se puede apreciar una interesante variedad de flora y fauna. En la temporada de verano, el parque se cubre de miles de flores aromáticas y vistosas, incluyendo muchas especies de orquídeas y la Flor Nacional de Nicaragua, el Sacuanjoche.
En cuanto a la fauna, se pueden observar coyotes, gato ostoche y gato culumuco, que son animales nocturnos. También es habitado por venados, conejos, garrobos y monos, mientras que los chocoyos coludos encuentran refugio en las paredes de los cráteres.
Además, hay una gran variedad de aves como urracas, tortolitas, gavilanes, güises, pájaros carpinteros, chachalacas y pocoyos.
El Parque Nacional Volcán Masaya también es famoso por la hazaña de Nik Wallenda, quien cruzó el cráter activo del volcán Masaya sobre un cable de acero en marzo de 2020.
Recorrió 550 metros sobre el volcán, convirtiéndose en la primera persona en hacer equilibrio sobre un lago de lava. Antes de su caminata, su esposa Eréndira realizó un acto acrobático de riesgo al sostener el peso de su cuerpo con la fuerza de su mandíbula sobre el cráter humeante.
Es un lugar fascinante para visitar, que muestra el resurgimiento de la vida después de las erupciones del volcán.