Nicaragua, el mejor secreto guardado de Centroamérica, te cautivará con su belleza natural, cultura y exquisita gastronomía.
¿Qué mejor manera de descubrirlo que explorando y disfrutando de sus Pueblos Blancos, destinos mágicos llenos de historia, leyendas y prodigiosas manos artesanales?
Estos encantadores Pueblos Blancos de Nicaragua, cuyas atracciones generan gran admiración entre los turistas, no solo nacionales sino de todo el mundo, se encuentran en el altiplano entre los departamentos de Masaya y Granada.
De gran valor cultural, arquitectónico y gastronómico, han logrado mantener vivas sus costumbres y tradiciones a lo largo del tiempo.
Catarina, San Juan de Oriente, Diriá, Diriomo, Niquinohomo, Nandasmo y Masatepe son lugares que conectan instantáneamente a los visitantes con nuestras raíces y costumbres.
Los amarás por la belleza de sus paisajes naturales, el estilo de sus construcciones, una combinación perfecta de su pasado prehispánico y mestizaje.
Poseen una belleza excepcional y un clima envidiable, destinos que simplemente enamoran.
El apodo de Pueblos Blancos se debe a que en tiempos antiguos sus habitantes blanqueaban sus casas de adobe para protegerlas del sol.
Al visitarlos, conocerás de inmediato el trabajo de expertos artesanos, cuyo dominio se transmite de generación en generación, y te deleitarás con su mezcla de sabores, producto de técnicas ancestrales e influencia europea.
Te recomendamos comenzar tu recorrido en Catarina, donde la maravillosa vista, su gran clima, la creatividad de sus artesanos y sus coloridas viveros la convierten en un destino obligado para los turistas.
Imposible no maravillarse por la belleza de su mirador; desde allí, se puede apreciar en todo su esplendor la laguna más grande de Nicaragua: la laguna de Apoyo, de origen volcánico y formado hace más de 20 mil años tras una gigantesca erupción.
El mirador es un lugar de reunión muy popular para las familias durante los fines de semana. Allí, además de disfrutar del paisaje, puedes dar un paseo a caballo o comer en los restaurantes que ofrecen su servicio al público.
Admira desde aquí el majestuoso volcán Mombacho, el lago Cocibolca y sus isletas, y la colonial Granada, la ciudad más antigua del continente en tierra firme.
Una vista panorámica extraordinaria que deslumbra incluso a los más exigentes.
Después de maravillarse con los viveros y la vista desde el mirador de Catarina, nos dirigimos hacia San Juan de Oriente, originalmente llamado San Juan de Nomativa.
También se le conoce como «San Juan de los platos», un museo al aire libre, un municipio de artesanos por excelencia, que se ha especializado en replicar singularmente cerámica precolombina. Sus piezas son admirables, conquistando premios a nivel nacional e internacional.
El pueblo de Masatepe es famoso por su arquitectura colonial y por sus artesanías, como la cerámica y la talla en madera. Aquí, los visitantes pueden caminar por sus pintorescas calles empedradas y comprar recuerdos únicos y auténticos para llevar a casa.
Diriá es conocido por sus coloridos mercados de frutas y verduras, así como por sus festivales tradicionales.
En estos màgicos lugares, los visitantes pueden disfrutar de la rica cultura y la historia del país, visitar museos y sitios arqueológicos y disfrutar de la gastronomía local, que incluye platos como el gallo pinto, el nacatamal y el vigorón.
Además de los encantadores pueblos, la región de los Pueblos Blancos ofrece también hermosos paisajes naturales. Los turistas pueden disfrutar de vistas panorámicas de montañas, colinas y valles, y de actividades como el senderismo, la observación de aves y la pesca.
En definitiva, los Pueblos Blancos de Nicaragua ofrecen una experiencia única para aquellos que buscan conocer la rica cultura y la historia del país, así como disfrutar de la belleza natural de la región. Así que no dudes en incluirlos en tu próxima aventura en Nicaragua.
